La asistencia profesional en las áreas laboral, fiscal y contable para pymes y autónomos

Guí­a de Despachos Profesionales - Agogados y Graduasos SocialesUna asesoría es una actividad fácil de montar pues básicamente lo que hace falta es un local, que incluso puede ser el propio domicilio, así como un mobiliario básico para poder trabajar y atender a los clientes con un mínimo de comodidad y pulcritud, y por último un reducido equipo informático y el software adecuado para las tareas a desarrollar.

Aunque igualmente es cierto que en primer lugar, antes de lo meramente físico ya indicado, hay que señalar la formación, tener una titulación académica que acredite formalmente, y que proporcione los conocimientos necesarios, para las actividades a desarrollar, como puede ser Licenciatura en Derecho-Abogado, Licenciatura en Ciencias del Trabajo/Relaciones Laborales-Graduado Social o también Licenciatura en Económicas-Economista, seguro que hay alguna más, pero estas suelen ser más habituales.

También, antes de las necesidades físicas y prácticamente al mismo nivel que la formación, hay que situar la capacidad de relacionarse, la red social de nuevo asesor, lo que los anglosajones llaman "networking", para conseguir clientes con los que pueda funcionar la asesoría, pues como es sabido sin ellos no hay nada. Se puede tener un gran local, en la mejor zona de la ciudad, con un mobiliario de diseño y una tecnología de última generación, pero si el profesional que atiende ese despacho no es conocido en su entorno, no tiene nada.

Por último llegamos un detalle que también es muy importante cuando ya se tiene la formación, al profesional se le conoce en su entorno por dedicarse al sector de la asesoría y se dispone de local adecuado para ello, este detalle es la experiencia. Esta no ese puede conseguir asistiendo a clase en la universidad, no la da un buen traje, tampoco la transmite el ordenador, incluso hay profesionales que deciden independizarse de un despacho en el que han colaborado un tiempo, o han hecho una "pasantía", y el profesional titular del mismo lo les transmitió experiencia, sino tan solo algunos conocimientos y algo de práctica básica, pero sin que sean suficientes para proporcionarle la seguridad que el nuevo asesor necesita.

Conseguir más clientes para el despacho y soltura en el desarrollo del proceso laboral

Aunque como se dijo al principio montar una asesoría, la cuestión meramente física, es relativamente sencillo, después, una vez que se tienen las puertas abiertas al público es preciso que por ellas entren clientes, lo más normal es contar desde un principio con algunos, entre amigos, familiares y conocidos, pero hay que conseguir más para que la actividad de asesoramiento funcione correctamente, y aquí se choca con una de las principales carencias de los profesionales técnicos: la venta de sus propios servicios.

Por el hecho de haber abierto un despacho y haberse puesto a disposición de los posibles clientes, ya se presupone que se ese profesional sabe lo que hace, que tiene la titulación necesaria, que ha adquirido la experiencia precisa… pero lo saben sus familiares, sus compañeros, sus profesores, sus antiguos jefes ¿pero la gente que pasa por la puerta, cómo tiene conocimiento ello, cómo se fija en el despacho, cómo sabe que específicamente existe, qué le hace entrar y plantear su problema?

El profesional del Derecho Laboral, como cualquier otro profesional, debe saber “venderse” y debe conseguir que sus potenciales clientes se decidan por él y lo “compren”. En el manual Marketing para Profesionales. Más Allá de la Publicidad, se expone detalladamente cómo “venderse”, cómo vender sus servicios, cómo debe relacionarse con su entorno para ser reconocido, conseguir que sus clientes le recomienden, etc. En definitiva poner en marcha la “máquina” del boca a boca de una forma efectiva.

Sin olvidar la vida del proceso laboral, la experiencia que no se encuentra en la universidad, ni en los repertorios de legislación, ni se explica en la jurisprudencia...

La relación con el cliente cuando llega al despacho, cómo realizar una evaluación inicial del asunto, cómo relacionarse con los peritos y con otros profesionales que fuera preciso que intervinieran en el asunto, la valoración de los distintos medios de prueba a emplear, cómo fijar honorarios, el desarrollo de proceso en el juzgado, etc.

En el manual La Práctica Jurídica en el Proceso Laboral se desarrolla de forma detallada y pormenorizada la vida del proceso laboral, con consejos y recomendaciones para situaciones especialmente complejas, en incluso la jura de cuentas si el proceso tuviera que finalizar de esa forma.

El apoyo de un servicio de segunda opinión jurídica: Ayuda Laboral Plus

En ocasiones puntuales las dudas se pueden plantear a compañeros de carrera, a miembros del antiguo despacho en el que se trabajaba, o incluso a colegas que se han conocido en cursos o congresos y con los que se ha mantenido el contacto, pero es peligroso. Un asesor depender de su reputación, de ser experto en su materia, y consultar a un conocido puede ser un buen e interesante intercambio de pareceres es un momento dado, pero si esto se hace de forma repetida, esa otra persona, que muy amablemente ayuda, puede también ver que eso es un punto débil del nuevo asesor, y criticarlo a sus espaldas con otros profesionales, es incluso con clientes o potenciales clientes, pues no hay que engañarse, el famoso boca a boca puede ser muy bueno, pero también nefasto, cuando se está en un sector en que los clientes son los que son y cada nueva asesoría que se abre al público representa que las ya existentes reducen su cantidad de clientes, pues estos se marchan a la nueva, quiere decir que nadie es amigo de nadie si en ello le va el poder mantener su clientela y seguir trabajando.

La experiencia, la seguridad en la toma de decisiones, cuestiones fundamentales y delicadas para un nuevo asesor, pueden ser apoyadas mediante los servicios especializados de Ayuda Laboral, que de forma totalmente objetiva, independiente y confidencial resuelven las dudas del nuevo profesional, consiguiendo de ese modo que su reputación profesional no pueda ser empeñada por intereses de terceros a los que un momento dado a plantado alguna duda sobre su quehacer diario en el despacho.

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