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El poder que tiene un simple escrito firmado por la parte contraria

En estos tiempos que corren, cuando no vuelan, en los que todo es instantáneo, los SMS, los whatsapp, los periódicos digitales, los libros se anuncian sin papel, y todo se pretende ya a golpe de email o de teléfono… el papel, parece mentira, pero sigue siendo imprescindible. El elemento ahorrador de problemas por excedencia.

La consistencia del papel frente a la efímera electrónica

Tanto desde la empresa como por parte de los trabajadores, se espera tanta rapidez, tanta inmediatez, tanta e-productividad, que se olvida el papel para pasar al empleo de otros métodos de comunicación más efímeros, con los problemas que ello puede acarrar después, en un futuro no muy lejano, con cuestiones como si se solicitaron las vacaciones en una fecha o en otra, si el despido se comunicó con suficiente antelación al representante sindical antes del despido de un afiliado, que si la excedencia se pidió, o el permiso no me dijeron que no y me lo tomé…

El papel es fundamental, pues las palabras, como dice aquel viejo proverbio “se las lleva el viento”, a los SMS se les presta un segundo de atención, o los correos electrónicos según de quien ni se miran. Entonces, un simple escrito, con fecha, sello y firma, puede ser un salvavidas de primera magnitud. Pero no cualquier escrito, pues cada situación o circunstancia requiere una presentación diferente.

Los escritos de la empresa

En el caso de un trabajador al que se pretende despedir, por la causa que fuere, el Burofax de Correos o una carta certificada, que queja constancia de que ha sido recibida y cuando, no pudiéndose después alegar contra el mismo que no le aviso de que iba a ser despedido o que éste se había producido. Igualmente cuando se conteste a un trabajador por una solicitud de excedencia, de modificación de jornada, de permiso retribuido, etc. Siempre habrá que dar la respuesta por escrito, pues todas ellas son cuestiones que, llegado el caso, es posible reclamarlas en vía judicial, y teniendo constancia de cuando y como se contesto a la pretensión del trabajador, es posible ahorrar problemas que de otro modo costarían, innecesariamente, tiempo y dinero.

Los escritos del trabajador

Por parte del trabajador también es imprescindible que todo cuanto pida a la empresa lo haga por escrito, total ya todo el mundo tiene un ordenador con impresora en su casa, y si no siempre quedan hermanos o hijos que seguro disponen ellos. Para solicitar un par de días de permiso porque un familiar va a ser operado, o para pedir las vacaciones en una fecha determinada, o para solicitar una reducción de jornada, o un cambio de turno por estar cursando estudios… Todo con un escrito donde se indique lo que se solicita, con su fecha de solicitud y fecha para su disfrute, y ello sellado y fechado, en el registro de la empresa.

La conclusión

Llegado el momento, puede parecer mentira pero es cierto, el poder que tiene un simple escrito firmado por la parte contraria cuando le están diciendo que lo que dice no es cierto…


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