Un trabajador es despedido por su empresa, pues tras varios avisos y amonestaciones por escrito, éste continua sin hacer uso de los medios y medidas de seguridad y salud puestas a su disposición por ésta, que se ajustan a los detallados por el servicio de prevención de riesgos para el puesto que desempeñaba el trabajador. Por lo que tras varios intentos infructuosos de corregir su conducta la empresa opta por el despido disciplinario.

El trabajador recurre esta decisión de la empresa pues considera que con los meros avisos y amonestaciones por escrito, no es posible pasar al despido, ya que simplemente son informaciones, y que en medio debería habérsele impuesto alguna sanción de empleo y sueldo, para que la actuación sancionadora de la empresa hubiera seguido los criterios de gradualidad y proporcionalidad.

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